Ser del Atleti.

No es mio, lo ha escrito alguien y me lo he encontrado en facebook, en el muro de la peña jerezana del atlético.  Lo copio literalmente.

«Ser del Atleti es ser, definitivamente, diferente. Ya se sabía, pero en semanas como éstas, uno lo valora más. Mientras que en la misma ciudad, los que perdieron 2-0 en la IDA llevan seis días afirmando que ganaran fácil 5-0 a la vuelta, mientras que al noreste de la península, unos que son muy buenos se ven con el triplete en las manos, a la orilla del Manzanares nadie habla de remontadas seguras, de victorias, ni de títulos. Sólo hablan de creer, de luchar, de pelear, de entregarse. Hablan de emoción, de brega, de animar y de darlo todo. Porque la futurología nunca ha tenido cabida en el Vicente Calderón. Con Simeone no iba a ser menos.

Ningún jugador, componente del staff técnico, ni aficionado rojiblanco, está pensando en las semifinales de Champions League. Ni en ganar la Liga. No. Piensan en dejarse todo sobre el terreno de juego y en las gradas. Nada más. Si se gana, será el resultado del trabajo. Si se pierde, quedará el esfuerzo y el sudor. No habrá reproches. No se entrará en crisis interna. Nadie señalará con el dedo al entrenador, ni a ningún jugador, ni a una afición que no llevó en volandas al equipo. No se entrará en crisis. Porque nadie duda. Nadie. Y menos con un cuerpo técnico y unos jugadores que saben, por fin, dónde están y a quién tienen detrás.

El Atlético de Madrid vuelve a estar en su lugar. Temido por sus rivales en Europa. Agobiando a dos titanes en la Liga, año a año. Sin descanso. Unas veces con premio, otras veces sin él. Nadie busca titulares, ni portadas, ni vender calzoncillos. El “yo” en el Atleti no existe. El nosotros reina. ¿Puede remontar? Puede. ¿Puede no hacerlo? Puede. Y ahí reside la grandeza rojiblanca de la actualidad. El saber que puede. El confiar en que puede. En soñar en conseguirlo. Pero sin dar nada por hecho. Porque ser del Atleti es ir contra el orden establecido. Es tomarte el fútbol como te tomas la vida. Saber que nadie te regala nada, que nadie te ayudará en tu cometido. Es trabajar con constancia por lograr lo que otros consiguen por inercia. Ser del Atleti, a fin de cuentas, es luchar, creer y soñar. Y ahí, sí son los mejores. Que pase lo que tenga que pasar.»
https://imanolechegaray.com/2016/04/11/luchar-creer-sonar/

_Ts7dWBx